Tulipán. El rapto de Proserpina

 Un paseo botánico por las obras de los grandes maestros

El rapto de ProserpinaJuan Bautista Martínez del Mazo. 
Obra copiada de Pedro Pablo Rubens. Ver aquí.


El jardín del Prado, Eduardo Barba Gómez, Espasa.
Transcribo el capítulo «Tulipán»:

Proserpina estaba recogiendo flores tranquilamente, puede que violetas, cuando se le presentó el animal de su tío, Plutón, para raptarla y llevarla a su palacio del inframundo. Ella, que era la alegría de su madre Ceres, la diosa de las cosechas y de la fertilidad de la tierra, hizo desaparecer esa felicidad y trajo tristeza a los cultivos en forma de desolación. Por intercesión de Júpiter, Plutón accedió a dejar libre a Proserpina durante seis meses al año, después de los cuales regresaría de nuevo a su lado. Este regreso junto a su madre Ceres es lo que causa el origen de la primavera, durante esas semanas en los que las plantas están más alegres y activas gracias a las lluvias y las buenas temperaturas.

Ese momento del rapto es lo que vemos en el cuadro que Rubens diseñó para el gran ciclo de pinturas encargadas por Felipe IV con destino a su pabellón de caza, la llamada Torre de la Parada. En esta escena, debajo del carro, hay un cesto de mimbre volcado con las flores que Proserpina estaba recogiendo hacía un instante. Entre ellas están dos de colores blanquirrosa y rojigualdo. Son tulipanes, la flor que levantó tantas pasiones y ansias coleccionistas en los Países Bajos en el siglo XVII.

Los tulipanes son probablemente una de las plantas bulbosas más reconocibles en todo el mundo. Que una planta tenga un órgano en forma de bulbo significa que será capaz de pasar un período desfavorable para ella, como la sequía y el calor, o el frío intenso, «escondida» dentro de su bulbo. En la península ibérica, muchas de estas plantas empiezan a generar una raíz bajo la tierra con el periodo de lluvias que comienza en el otoño, para que al final del invierno y el inicio de la primavera puedan vegetar con hojas aprovechando la bonanza climatológica. Este proceso culminará con la formación de una flor, muchas veces espectacular, que durará unas semanas. Con la nueva llegada del calor y de la sequía, la planta irá retirando toda su energía y agua, para enclaustrarse de nuevo en ese órgano de reserva, el bulbo. Durante los siguientes meses de solana inclemente pasará su vida bajo tierra, raptada de nuevo por Plutón.

Detalle




No hay comentarios:

Publicar un comentario